Los Decretos y su maravilloso poder.
Te propongo que pongas atención
a todo lo que tú decretas en un solo
día. Vamos a recordártelo:
“Los negocios están malísimos”.
“Las cosas
andan muy malas”.
“La juventud
está perdida”.
“El tráfico está imposible”.
“El servicio está insoportable”.
“No se consigue servicio”.
“No dejes
eso rodando porque te lo van a robar”.
“Los ladrones están asaltando
en todas las esquinas”.
“Te va a pisar
un carro”.
“Mi mala memoria...”,
“mi
alergia...”,
“mi dolor de cabeza...”,
“mi reumatismo...”,
“mi mala digestión...”,
“Tenía que ser, cuando
no”.
No te sorprendas ni te quejes, si al expresarlo lo ves ocurrir. Lo has
decretado.
Has dado una orden que tiene
que ser cumplida.
Cada palabra
que pronuncias es un decreto, Positivo o negativo. Si es positivo se te
manifiesta en bien. Si es negativo
se te manifiesta en mal, si es contra el prójimo es lo mismo que si lo
estuviera decretando contra ti. SE
TE DEVUELVE. Si es bondadoso y
comprensivo hacia el prójimo, recibirás bondad y comprensión de los
demás hacia ti.
Cuando te suceda
algo molesto, negativo, desagradable, no digas “¡Pero si yo no estaba
pensando ni temiendo que me fuera
a suceder esto!”.
Ten la sinceridad y
la humildad de tratar de recordar en
cuáles términos te expresaste de algún prójimo.
En qué momento salió
de tu corazón un concepto viejísimo,
arraigado allí, que tal vez no es sino
una costumbre social como la generalidad de esas citadas más arriba
y que tú realmente no tienes deseos
de seguir usando.
Cuando estés en reunión de otras
personas, te darás perfecta cuenta
de la clase de conceptos que poseen
y los constatarás en todo lo que les
ocurre. Siempre que escuches conversaciones negativas no afirmes
nada de lo que expresen.
Piensa
“no lo acepto ni para mí ni para ellas”. No tienes que decírselo a ellas.
Es mejor no divulgar la verdad que
estás aprendiendo, no porque haya
que ocultarlo sino porque hay una
máxima ocultista que dice: “Cuando
el discípulo está preparado aparece
el maestro”.
Por ley de atracción,
todo el que está preparado para
subir de grado es automáticamente
acercado al que lo pueda adelantar,
de manera que no trates de hacer
labor de catequista. No obligues a
nadie a recibir lecciones sobre la
Verdad porque te puedes encontrar
que aquellos que tú creías más dispuestos, son los que menos simpatizan con ella.
(Fuente: Conny Méndez)
“Uno es dueño de lo que calla
y esclavo de lo que habla”
Sigmund Freud
CUÁLES SON LOS MEJORES
MOMENTOS PARA DECRETAR
Uno de los mejores momentos más
propicios para decretar es temprano por
la mañana. Si lo primero que haces por la
mañana es decretar, el día transcurrirá de
una forma mucho más tranquila, puesto
que habremos limpiado nuestra aura y la
habremos preparado para las eventualidades del día.
Sal de la cama, ve al baño, toma agua
tibia y decreta, no tardarás más de 5 o 7
minutos y tu beneficio dudará por el resto
del día. Si te levantas temprano y haces
tus decretos, tendrás un día mucho más
tranquilo. Serás eficaz en tus quehaceres.
Puedes expresar decretos sin importar
la hora o el momento, sin embargo, si realmente deseas atraer aquello que decretas, entonces debes empezar a establecer
los momentos más oportunos.
Durante todos estos años, personalmente he encontrado que los mejores
momentos para decretar son: Al levantarme, antes de almorzar y antes de cenar.
(Fuente: Yo Soy Espiritual)
🦋
Kathy Sosa
Angeóloga, Médium Certificado y Terapeuta Reiki Angelical Certificada - Instagram: @latelierdiangel - linktr.ee/latelierdiangel
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